Ficha
de la ruta
Dificultad
según el método M.I.D.E del itinerario:

Inicio:
Salimos de Palma
en dirección a Alcudia tomaremos la autopista MA-13 nos dirigiremos
ahora hacia el Puerto de Alcudia hasta tomar el desvío del Mal Pas,
y por el llegaremos hasta el campamento Juvenil de la victoria desde
donde iniciaremos la excursión.
Guía:
Antonio Sureda
Equipo:
La ropa que el día aconseje, botas de montaña con buen agarre. Tener
en cuenta que en montaña la meteorología puede cambiar radicalmente
en pocos tiempo.
Material:
ninguno especifico, llevaremos la ropa que el día aconseje.
Mapa:
Alpina.
Mejor época:
cualquiera
Recomendaciones: Llevar
el agua necesaria, evitar los días con niebla y no olvidarse de la
cámara fotográfica.
Distancia: 7 Km.
Tiempo total
acumulado:
3 h.
Altura máxima: 354 m.
Altura mínima: 0 m. (si bajamos a la playa)
Desnivel acumulado:
384
metros.
Transporte:
vehículo
propio
Recomendaciones:
-
Haya o no
fuentes en el recorrido, siempre recomiendo llevar agua propia
(mejor bebida isotónica)
-
No lleveis
perros.
-
No dejeis
rastro de vuestro paso por las fincas.
Precauciones:
-
Abandonar
o no empezar si las inclemencias son adversas
-
La mayor dificultad la encontraremos en superar
el vértigo en algún punto .
-
Avisar de la ruta que se va a recorrer antes de
la salida a parientes o algún amigo
-
Nunca ir solo
Descripción de la excursión:
Nuestro punto de partida es el
campamento juvenil de la Victoria, situado en la carretera que
comunica Alcudia y el Mal Pas con el cap del Pinar y el santuario de
la Victoria. Las instalaciones se encuentran un poco más arriba del
puente sobre el torrent de les Fontanelles, junto al antiguo lugar
conocido como la Barrera de la Muntanya. Está previsto acabar el
itinerario en este mismo punto. Cuando cerremos el circuito
atravesaremos el interior del campamento; ahora, sin embargo, lo
dejamos tangencialmente a la derecha de la carretera para continuar
sobre el asfalto, que avanza entre pinos con el mar a la izquierda,
sobre una costa cada vez más acantilada. La bahía de Pollensa nos
acompaña en nuestra marcha y desde el ángulo en que nos encontramos,
todavía podemos rememorar la imagen que tenía de ella Joan Alcover
en el poema En la Badía de Pollensa (1985:91-92).
Sé una rústica badia solitaria dia i nit;
sembla el sojorn escollit de la pau i
d'harmonia.
Unos minutos después del portillo principal
del campamento, pasamos por otro camino a la derecha que también
lleva a él, con pasamanos de madera. Sin dejar el asfalto aparecerá,
a la derecha, una fuente artificial, con grifo y pila modernos junto
a dos bancos de piedra. Un poco más adelante llegamos a la zona del
I11ot en la que encontramos, en primer lugar, un bar restaurante
instalado entre la carretera y el mar llama do, precisamente,
S'lllot; por los alrededores se han instalado bancos y mesas de
madera públicos. La islita aparece a la izquierda con un perímetro
bien recortado por el embate de la erosión y algunos pinillos
peinados por la fuerza del viento; delante hay una playa de arena
delimitada por la punta Llarga. L’Archiduc Luis Salvador comenta
que es "una islita unida a la costa por una lengua delgada"
(1956:36). Hacia la derecha de la carretera se encuentran las
edificaciones y las instalaciones del albergue juvenil de Alcudia,
situadas junto al torrente del Canal de l'Aladernar; un cartel nos
indica que están gestionadas por la Direcció General de Joventut de
la Conselleria de Presidencia del Govern Balear.
Dejamos atrás el Illot y llegamos a la
Llengonissa, donde la carretera describe una curva hacia la
izquierda y en pendiente, que salva una pequeña coma con un arroyo
al fondo. Un poco después, dejamos a la izquierda un camino que va
en dirección al cap Gros, donde se ha localizado un campo de tiro,
gestionado por la Societat de Cassadors d' Alcúdia. A dos minutos
escasos del camino del campo de tiro, arribamos al cruce de caminos
donde se bifurcan, por una parte, la carretera del cap del Pinar,
que penetra en terreno militar, con el acceso prohibido un kilómetro
y medio más adelante, junto a la penya Fort y el Niu de l'Aguila; y
por la otra, la carretera del santuari de la Victoria; el camino de
la izquierda hace las funciones de vía de salida del mencionado
campo de tiro. No cabe dudar ante este importante cruce de caminos,
ya que debemos girar hacia la derecha, de subida hacia el santuario.
Dentro ya del camino correcto y tras una curva a la izquierda, se
acentúa la pendiente, entre pinos, palmitos, matas, aladiernos,
gamones y estepa llimonenca. Unos minutos más arriba del cruce, en
una curva a la derecha, encontramos una porxada que acoge la font de
la Victoria, documentada ya en 1648; su aspecto es artificioso, con
pila rectangular y un canal a la izquierda; bajo la porxada hay
también un mapa de azulejos cerámicos; por los alrededores, se
pueden distinguir plátanos jóvenes, adelfas y pinos. Unos pocos
metros más arriba, subimos por un atajo escalonado que sale por la
izquierda; estos peldaños de cemento nos evitarán algunos metros de
asfalto y, una vez arriba, nos situarán a la altura del santuari0 de
la Victoria Desde la iglesia del santuario subimos por la escalera
de la izquierda; dejamos las instalaciones dedicadas a hospedería a
la derecha y, más arriba, la vía de entrada al restaurante nos queda
a la izquierda. De este modo, nos situamos en el camino de carro o
pista forestal que sube hasta el pla de la Talaia.. Cogemos este
camino hacia la izquierda, ya que por la derecha volveríamos a bajar
hacia la explanada de la iglesia. Después de una breve curva a la
derecha, pasamos una cadena que impide el paso de coches. A la
izquierda queda el lugar llamado las Tres Creus, donde tres cruces
de piedra recordaban el lugar donde la tradición situaba el hallazgo
de la Virgen. En ligera subida, avanzamos entre pinos, matas,
cardos, palmitos, romero y estepes llimonenques. La vista sobre la
Talaia de la Victoria aparece elevada a nuestra derecha, mientras
describimos una curva hacia la izquierda. El ascenso se mantiene
firme y pronunciado por la pista. Al ambiente vegetal descrito,
podemos agregar carrizos, lechetreznas, algunas aliagas y estepes
joanes, así como algún grupo de zarzas y de capuchinos. El mismo
camino nos sirve de mirador natural, especialmente sobre el mar, con
vistas hacia Formentor. Después de una curva a la derecha, debemos
estar atentos porque tenemos que desviamos por un sendero o camino
de herradura que sale hacia la izquierda, sobre una base de muro de
contención y con un pasamano de madera como protección. Se trata del
camino de la talaia de la Penya Roja. Por este sendero, el panorama
se nos ofrece completamente abierto, con una serie de imágenes
panorámicas, difícilmente superables, sobre la bahía de Pollensa y
la península de Formentor, a nuestra izquierda. A la derecha, en un
primer momento, queda el penyal de la Falguera (383 m.), en cuya
ladera norte, cerca de nuestro camino, hay una gotera que cae en una
pila.
A medida que avanzamos, siempre en dirección
nordeste, nos acercamos al coll del Pedregaret (298 m.), al puig del
Romaní (387m.), al coll de la Solana (315m.) ya la Penya Roja (354
m), que quedan ligeramente a nuestra derecha.
El camino ha sido acondicionado y en algunos
tramos se han colocado pasamanos o barandillas protectoras sobre los
acantilados. Bastante más adelante, subimos por un tramo escalonado
con peldaños de madera, mientras se va acentuando la imagen sobre
los acantilados. El carrizo se entremezcla con la estepa llimonenca
y llegamos a una gruta abierta en la pared de la peña de la derecha,
junto a la entrada al recinto de la Penya Roja. El camino discurre
ahora pegado al abismo y parece imposible su continuación a pie. La
solución técnica es un paso construido artificialmente sobre la roca
natural, en forma de pequeño túnel o corredor abierto. La entrada al
paso se realiza por un reducido portal con dintel de piedra calcárea
inclinada hacia la izquierda; dentro ya del túnel, la cubierta es de
arenisca a dos vertientes, con cinco piezas a cada lado. Según Pere
Ventayol Suau (1928: II, 165), sobre el portal había una ventana con
matacán que defendía la puerta y, en el corredor de acceso al
recinto, una abertura por la que se subía a la plataforma de la
ventana y del matacán. Se sale del pasillo por un portalito con
dintel de arenisca con otras dos piezas superpuestas a lo que es
propiamente el dintel del portal. Este paso constituye la entrada al
mundo cerrado de la talaia de la Penya Roja, una auténtica
fortificación basada en la protección que ofrecía su inexpugnable
situación natural, al estilo de las construcciones medievales. o,
incluso, de los castillos roqueros.
Después del paso se nos abre la panorámica sobre el cap del Pinar,
un auténtico desconocido para el gran público, por el carácter
militar de su área. Prestemos atención a los primeros metros que
siguen al paso, pues nos encontramos en una situación asomada al
vacío donde el camino, sostenido artificialmente, tiene una
barandilla de madera a la izquierda y una cadena a la derecha para
ayudar a avanzar sobre este tramo vertiginoso que cae directamente
sobre el abismo de la Clotassa. Mientras, a nuestros pies, aparece
la costa baja y recortada, guarnecida por un frondoso bosque de
pinos, que hace honor al nombre de cap del Pinar. Avanzamos por el
camino de herradura, por dentro ya del recinto de la Penya Roja y,
al poco tiempo, llegamos a un aijub, a la derecha, con un collet
redondo y de, aproximadamente, dos metros de profundidad. Junto a él
aparece un forn de bala roja, utilizado para calentar las balas
hasta ponerlas candentes; tiene una moldura sobre la base, cubierta
parabólica y boca cuadrada. A menudo ha sido identificado como una
garita de vigilancia. Un poco más adelante, llegamos a otra
construcción, utilizada como habitáculo para los talaiers; presenta
planta rectangular, cubierta de bóveda de cañón, un contrafuerte en
su parte nordeste, un portal orientado a levante y dos agujeros
superiores. Según Pere ventayol, mide 11 palmos de altura, 11 de
ancho y 27 de largo. Desde la construcción, observamos un paramento
construido sobre el despeñadero, que cerraba un posible acceso desde
el cap del Pinar.
Por detrás de la cabaña continuamos la subida
hacia la cima de la Penya Roja por un sendero pronunciado y poco
marcado que pronto deja, a la derecha, restos de barracas de pared
seca. Un poco más arriba llegamos a un collet, junto a las peñas de
la antecumbre. Las de la derecha sirven de mirador natural. Desde el
collet emprendemos la subida final hacia la izquierda trepando sobre
la roca. Antes del punto culminante nos sale a camino otro forn de
bala roja, de tipología más baja que la anterior ya que no tiene
base diferenciada. A pocos metros del horno llegamos a la cima de la
penya Roja.
Desde la
cima de la Penya Roja bajamos por el mismo camino por el que hemos
subido y llegamos, en primer lugar, a la cabaña de los talaiers y, a
continuación, salimos del recinto por el único paso viable, por el
que hemos entrado. Desde el portal del recinto de la Penya Roja,
recorremos el camino de subida hasta que llegamos de nuevo a la
pista forestal que se iniciaba en el santuari de la Victoria.
Continuando por esta pista hasta el lugar de inicio donde
finalizaremos la excursión.
Pronto llegamos a unos
cipreses, donde el sendero gira abruptamente a la derecha,
descendiendo al torrente y saliendo poco más adelante para seguir al
lado de una pared en la orilla oeste. Nos encontramos de nuevo en un
bosque, esta vez de encinas. En 1hr.35min. llegamos a un puente; el
torrente, ahora muy estrecho y ahogado de matas, sigue por debajo,
así que tenemos que subir la cuesta a mano derecha, un poco
empinada, para llegar arriba y cruzar la barrera protectora del
puente para dar con la carretera (PM1015). ¡Mucho cuidado aquí, que
la carretera es estrecha y a veces pasan autobuses! Giramos a la
derecha, y después de cruzar con cuidado, caminamos en dirección de
Es Capdellà, pasando el Camí d´es Molí Nou (Excursión no.6) y otro
camino de propiedad privada a la izquierda. En 1hr.45min., justo
después de la curva, dejamos la carretera para descender a la
izquierda por el Camí Vell, que nos llevará de vuelta al pueblo,
llegando directamente a la parada de autobús (Punto A) en el Carrer
Major en 1hr.50min.
El Grupo lo formaron:
María Milan, Maria
Cañellas, Yolanda, Andreu y Toni
T. Sureda
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