Ficha
de la ruta
Dificultad
según el método M.I.D.E del itinerario:

Inicio:
En la Urbanización Las Palmeras , para llegar nos dirigiremos hacia
el Puerto de Pollensa y al llegar a la rotonda del Km. 17 de la
carretera MA-220 tomaremos a la izquierda para entrar en la
urbanización; enseguida a ambos lados hay espacio suficiente para
estacionar.
Guía:
Antonio Sureda
Equipo:
La ropa que el día aconseje, botas de montaña con buen agarre. Tener
en cuenta que en montaña la meteorología puede cambiar radicalmente
en pocos tiempo.
Mapa:
IGN Pollensa 644, 1:25.000
Mejor época:
cualquiera, siempre que no haga excesivo calor.
Distancia: 12.1
Km.
Subiendo: 5,99 Km.
Bajando: 5,18 Km.
Tiempo efectivo
Subiendo: 1,55 h.
Bajando: 1,47 h.
Parado: 3,04
h.
Total acumulado: 6,47 h.
Altura máxima:
352 m.
Altura mínima: 0 m.
Desnivel
Acumulado:
409 m. Media en %: 6,82
Velocidad media: 1,8 Km./h.
Recomendaciones:
-
Haya o no
fuentes en el recorrido, siempre recomiendo llevar agua propia
(mejor bebida isotónica)
-
No lleveis
perros.
-
No dejeis
rastro de vuestro paso por las fincas.
Precauciones:
-
Abandonar
o no empezar si las inclemencias son adversas.
-
La mayor dificultad la encontraremos en la ultima
trepada hasta la cima.
-
Avisar de la ruta que se va a recorrer antes de
la salida a parientes o algún amigo
-
Nunca ir solo
Prólogo:
Cuevas Artificiales (hipogeos) de Mallorca.
Al igual que en las demás islas mediterráneas, durante la
prehistoria en Mallorca se excavaban cuevas artificiales para
enterrar a los difuntos. En muchos otros lugares se ha identificado
su cronología, relacionándose a menudo con características como la
complejidad de sus formas. Pero, en nuestro caso, considerar las
cuevas simples como más antiguas que las cuevas complejas no es un
buen argumento. Hay que acompañar estas observaciones con elementos
más objetivos como el tipo de ajuar funerario, etc.
Desgraciadamente, en Mallorca, el número de cuevas
que han podido ser estudiadas por los arqueólogos con un mínimo de
garantía científica es muy escaso. Existe un número enorme de cuevas
artificiales en la isla, pero casi todas nos han llegado ya
expoliadas, muchas desde tiempos prehistóricos. De hecho, son
frecuentes las cuevas de origen pretalayótico que sufrieron grandes
modificaciones durante la época talayótica. También muchas han
sufrido modificaciones posteriores, a base de agrandarles la entrada
y cerrándola con muretes y puertas, para meter dentro al ganado.
De los pocos casos de excavaciones de cuevas artificiales, se sabe
que se produjeron enterramientos en cueva, al menos, desde el Bronce
Antiguo (principios del segundo milenio A.C.); que las cuevas eran
de carácter colectivo; y que el rito funerario era muy variado. Así,
se han encontrado enterramientos en cuevas de caracter secundario
(previa descarnación del cadáver), de carácter primario, con ajuar,
sin él, en diversas posturas, en cueva artificial, cueva natural,
etc. Dentro de esta enorme variedad de tipos de cuevas, y
centrándonos en las artificiales, se puede distinguir entre dos
grandes grupos: las del Bronce Antiguo (llamadas hasta hace poco "pretalayóticas")
y las del Bronce Final y la Edad de Hierro, que se corresponden a la
Cultura Talayótica y su evolución posterior.
Las del Bronce Antiguo son generalmente pequeñas, y de forma más o
menos regular. Existen cuevas redondas, alargadas, con cavidades
adicionales (hornacinas) o sin ellas, con o sin antecámara,
estantes, bancos corridos a uno o ambos lados con o sin resaltes
separadores, trinchera o zanja, pozo y escalones de entrada, etc...
La mayoría de ellas se han ido degradando a lo largo del tiempo de
modo que apenas se pueden distinguir muchas de sus caracerísticas,
pero tenemos algunos ejemplos que permiten estudiar todos sus
detalles arquitectónicos. Como ejemplo se incluye aquí el dibujo de
un hipogeo típico del Bronce Antiguo:

Corte
transversal de un hipogeo de planta alargada típico, del Bronce
Antiguo (siglos 17-15 AC). Otros hipogeos de este tipo tienen la
entrada en pozo o con escalones descendentes, en lugar de la terraza
Posteriormente, en la cultura
talayótica también se realizaron enterramientos en cuevas
artificiales, aunque la complejidad de éstas nunca alcanza la de las
de la época anterior. A menudo son de gran tamaño, sobrepasando en
ocasiones los 100 metros cuadrados, y su forma es irregular, con
columnas excavadas a expensas de la roca, a veces exentas, y muchas
otras veces adosadas a las paredes, haciendo que la cueva tenga una
forma irregular con lóbulos a su alrededor. En la cueva talayótica
es frecuente que se pueda estar sobradamente de pie, mientras que
las cuevas de la época anterior eran bastante bajas. También es
frecuente encontrar necrópolis, o grupos de cuevas en las que se
juntan cuevas del Bronce Antiguo con cuevas talayóticas, e incluso
se pueden ver algunas que, siendo de origen pretalayótico, fueron
ampliadas posteriormente.
Visitamos la necrópolis de cuevas más espectacular de
Mallorca.
Esta necrópolis se encuadra en el bronce antiguo
(1700-1500 AC), y está integrada por un grupo de cuevas del que
actualmente quedan sólo ocho. Fue estudiada a principios de este
siglo por W. Hemp, quien otorgó el números a las cuevas (había 15).
En el parrafo anterior (introducción de las cuevas artificiales) hay
un pequeño plano de la planta de la segunda cueva, llamada Hemp-7,
por el número que le asignó este investigador. Desgraciadamente, las
cuevas de esta necrópolis sólo se han podido estudiar en su
morfología pues estaban ya expoliadas desde que se conocen, hace
siglos, y unas recientes excavaciones arqueológicas apenas dieron
resultados.
La segunda cueva (Hemp-7) conserva la mayor parte de los rasgos
típicos de las cuevas de su época, como un patio frontal,
antecámara, rebajes para la losa de cobertura y para los travesaños
de madera que la sostenían en su lugar, fosa central, bancos
laterales con separaciones, una hornacina a cada lado de la entrada
con sus correspondientes rebajes, para ser tapadas, "estante"
corrido a los dos lados de la cueva, posiblemente para las
ofrendas...
Otras características de esta cueva son en realidad alteraciones
modernas, como un hoyo en el suelo, en el fondo de la cueva, que es
posiblemente de contrabandistas. Lo mismo ocurre con una serie de
agujeros en las paredes laterales, por debajo del "estante" corrido.
Estos fueron hechos durante la ocupación de las cuevas por
prisioneros durante la guerra civil española de este siglo.
Otra cueva bastante espectacular es la cuarta cueva que, aunque no
se conserva en tan buen estado como la segunda, tiene cuatro
hornacinas, que le dan vistosidad. La función exacta de éstas se
desconoce, aunque podría tratarse de osarios donde acumular los
huesos viejos y poder así reutilizar el espacio en los bancos
laterales para nuevos enterramientos. Varias cuevas más de esta
necrópolis están en un estado parecido al de ésta, seguramente más
desgastadas que la segunda por llevar más tiempo abiertas (están
abiertas desde antes de que se tuviera noticia de ellas).
Finalmente, hay varias más en un estado de ruina casi total o
desaparecidas del todo. Lo más triste es que, como tantas otras
veces, las mayores destrucciones han ocurrido durante este siglo,
ante la mirada indiferente de nuestras autoridades.
Descripción de la excursión:
Desde el estacionamiento (Wp.01), comenzaremos a caminar al NW y en
la segunda calle a la derecha giramos al NE (derecha) y continuamos
hasta que la calle gira 90º a la derecha entrando en la Carrer
Roser, por el que seguimos por esta calle hasta llegar al Carrer
Horetensies, por el que tomamos a la izquierda (NE), desembocamos
en una especie de “Y” donde tomamos al NW por la calle de mas a la
derecha, hasta el próximo cruce en que giramos a la derecha (NE – Wp.02),
hasta este punto hemos caminado desde el inicio 1,100 Km.; 120
metros mas adelante pasaremos junto a un trasformador (Wp.03),
seguimos avanzando , la calle describe una especie de “S” no
demasiado marcada y en el siguiente cruce de cuatro calles giramos a
la izquierda (NW), hasta el fondo de la misma donde giramos primero
a la izquierda y seguidamente a la derecha, a partir de este punto
dejamos de llanear para comenzar a ascender suavemente hasta que el
camino se acaba y comienza un sendero (Wp.04), A partir de ahora
ascenderemos fuerte al NNW, por la ladera de sa Talaia Vella durante
unos 40 o 50 minutos en el que el sendero ¡se desdibuja y nos
podemos guiar los los hitos que iremos encontrando, hasta llegar al
cruce de senderos (Wp.05), donde giraremos definitivamente al NE,
para enfilar el último tramos hasta la cima de sa Talaia Vella des
Cavall Bernat. Una vez arriba podemos crestear un poco para ver las
vistas hacia el Valle de boequer, para después regresar a la cima de
nuevo.
El
descenso lo haremos a la inversa hasta el cruce de senderos del Wp.05,
continuando desde aquí en dirección al collado que tenemos al SW
formado por sa Talaia Vella y el monte que vemos entre nosotros y el
Puig de Siller, al llegar y por la vaguada nos dirigiremos hacia el
Mar para alcanzar el camí de cala Carbó (Wp.07) poco antes de la
rotonda que venimos viendo durante todo el descenso.
Desde este punto por el asfalto nos dirigiremos ha Cala Carbó (Wp.08),
visitaremos la cala y continuaremos hasta cala Molins, de
espaldas a la cala tomamos la calle que tenemos enfrente que
transcurre paralela al torrente de Can Botana, llegamos hasta el
final de la calle, donde esta gira a derecha y sale a la carretera
de Pollensa, cruzamos la calle y en la esquina veremos un monumento
que imita una Taula Taliotica, lo dejamos a la derecha y entramos
por el camino sin asfaltar en la Necrópolis de Cala Sant Vicenç (Wp.10),
visitamos las 10 cuevas de enterramientos que hay en la zona y
emprendemos el regreso hacia Cala Molins de nuevo, pero ahora lo
hacemos aunque por el mismo sitio por la callejuela interior
paralela a la que hemos venido, de hecho es la mima calle solo
separada por el torrente, antes de llegar a la cala, veremos una
amplia escalera que sube a la derecha por la que tomamos,
desembocando en la calle Can Botana donde tomamos a la izquierda,
esta calle va ganando altura y describiendo lazadas, en la primera
bifurcación tomamos a la derecha y mas arriba llegamos a otra
bifurcación en la que giramos en "U" a la izquierda y continuamos y
el camino acaba por convertirse en un sendero bien marcado
llevándonos a desembocar en un amplio camino que tomamos a la
derecha en dirección al Coll de Síller (Wp.11), al alcanzar el Coll
de Síller (Wp.12), veremos una edificación que parece ser un
depósito de agua.
Desde el collado ya es todo descenso y por este camino que vuelve a
convertirse en sendero aunque ahora mas ancho llegaremos a
desembocar en la misma calle de la Urbanización las Palmeras por la
que hemos transitado al principio de la ruta, la tomamos a la
derecha hasta llegar al punto de inicio, ahora final de este
itinerario.
El Grupo lo
formaron:
Maria, Mª
Antonia, Lurdes, Xisca, Elvira, Sujati, Aline, Mª Luisa,
Pedro, Paco,
Juan, Rafael, Julián, Bolli, Eusebio, J. Marcos, Arnau,
J. Vicente,
Sebastián, J. Oliver, TXema, Asier y Toni
A. Sureda
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